despertando 4am

Es como si viviera más tiempo

Ya había escuchado del club de las 4 o 5 am, y nunca planeé estar entre esas personas. En mi familia siempre nos hemos despertado temprano, pero de ahí a levantarse a las 4 am, hay una pequeña gran diferencia. Esa diferencia me ha cambiado la vida, de verdad.

Después de un viaje, el jet lag me despertó con la energía a tope a las 4 am. Como es costumbre, saqué a mi perro “lobo” en cuanto me desperté. Aún estaba oscuro, pero con mi café en mano, salimos. Mientras él exploraba el parque, yo disfrutaba del silencio. Ni un solo sonido. En esos tiempos vivía en las residencias de una universidad, y en cuanto salía el sol, el lugar cobraba vida: ruido, movimiento, coches, voces, camiones de basura, cláxones de bicicletas, puertas que se cierran… Sonidos que forman parte del día a día y de los que antes no me daba cuenta hasta que viví esa quietud de la madrugada.

Las calles estaban desiertas, los edificios oscuros, y un silencio único llenaba el ambiente. Éramos solo mi perro, mi libro y yo.

A las 5 subí a leer un rato, y a las 5:30 comencé a hacer ejercicio. Para las 7 ya estaba bañada, había leído (en voz alta, porque es mi manera de mejorar mi inglés; después de 8 años en USA, mi inglés sigue siendo muy "peculiar", aunque, para ser honesta, mi español tampoco es perfecto. Uso palabras y frases donde no van... pero ahora eso me parece divertido, es como un tatuaje que tengo en el brazo que no dice lo que se supone que debía decir, pero esa, es otra historia jaja, transmite lo que soy: "Soy lo que soy").

Para las 7 me tomé mi tiempo para preparar el desayuno. A las 9, cuando empezaba el trabajo, sentía que ya había vivido medio día. Sentía que había vivido más que antes, y estaba un paso adelante de mi yo anterior.

Ya han pasado muchos años, y sigo despertándome sin necesidad de despertador, con mucha energía, lista para mi día. Claro, ha habido momentos en los que, por una u otra razón, mi horario se ha desfasado y me despierto más tarde. Pero me esfuerzo por volver al horario de las 4 am (a veces con ayuda de un despertador). Es cierto que el cuerpo se acostumbra, solo hay que darle tiempo. Los primeros días puedes sentir mucho sueño a medio día o después de comer, pero basta con una pequeña siesta, y el cuerpo se ajusta solo.

A veces, modifico mi rutina matutina: en lugar de leer, escribo un poco, como estoy haciendo ahora. Últimamente, antes que cualquier cosa, me tomo mi café, pero solamente hago eso, no tengo libro, ni celular, ni otro estimulante, solo me tomo mi café.

Es un momento de convivencia conmigo misma, sin coches, sin ruido, sin celulares, sin distracciones. Es un momento muy mío.

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